Hubo una variedad de sensaciones distintas que vivimos a lo largo de la ruta, algunas dulces, otras no tanto y alguna que otra amarga, pero al final nos quedamos con ese famoso dicho que dice que lo importante es... participar, así sea.
Como bonito detalle, nos acompañaron durante todo el día para darnos animo, nuestras amigas Sonia y Pepa y mi inseparable hijo Antonio Jesús, a los cuales, desde aquí, les damos las gracias por su compañía y apoyo. Mas tarde, a la hora de reponer fuerzas, también se unieron a nosotros Alonso y Mónica.
PARTICIPANTES
Carlos, Javier, Ana, Raquel, Belén y yo (Antonio C.).